Créditos Fiscales al Turismo del interior
Al no vetar en el plazo prescrito, el presidente de la república, el proyecto de ley 789 se completa un largo ciclo de debates sobre el fomento de infraestructura turística. ¡Enhorabuena!
Escribimos estas líneas para aclarar conceptos y promover la comprensión y alcance de la ley. Y así, ayudar al desarrollo del turismo en las áreas que más se necesita: fuera de la capital.
Panamá, es bien sabido, apalanca buena parte de su desarrollo a través de incentivos fiscales. En su página web la DGI los define como “una especie de aliciente o estímulo otorgado en forma de reducción, exención y/o subsidio a personas naturales y jurídicas, sujetos pasivos de un determinado impuesto a fin de estimular la producción, impulsar las exportaciones o aumentar el grado de inversión de determinadas actividades económicas y/o región del país consideraba de interés púbico para el Estado”
Desde la creación de la Zona Libre de Colón, hasta el impulso a las sedes regionales hemos cabalgado sobre vehículos de exención o reducción fiscal. Todo el sector industrial y de agroindustrias ha logrado mover exportaciones gracias a incentivos fiscales que empezaron en los setenta. La página de la DGI tiene una lista, para nada corta, de los “Incentivos Fiscales” y las “Exoneraciones” que se otorgan.
Los créditos fiscales, una importante subespecie de estos incentivos ha sido utilizada ampliamente en muchos sectores y no menos importante en la banca, como un mecanismo de subsidio para el financiamiento de vivienda.