Singular Journal - Casa de valores

El ABC de las pensiones (Parte 2)

Los fondos de pensiones son esquemas de ahorro a largo plazo. Su objetivo es uno, captar de los cotizantes los aportes en la forma más efectiva posible. Dos, invertirlos en forma prudente en activos financieros que conjuguen rentabilidad y seguridad. Y, al final de la vida laboral del cotizante devolverle un ahorro, acumulado o periódico que le brinde seguridad financiera durante su vejez. 

Así, los fondos de pensión son organizaciones con responsabilidades fiduciarias más allá que la buena inversión del dinero. Tienen la obligación de frecuentemente rendir cuentas a los cotizantes y a los entes de regulación. Deben manejarse con transparencia y normas prudenciales predeterminadas. Deben promover la eficiencia y la reducción de costos de suerte que no reduzcan el retorno a los cotizantes. Y, no menos importante velar por la integridad de las pensiones que reciben sus afiliados. Nada de esto es poca cosa. 

Partamos primero por examinar mejor las determinantes cuantitativas de una pensión. Como dijimos antes, las pensiones que los cotizantes deriven de sus planes dependen de cuantos años coticen, los montos que coticen y los rendimientos de las inversiones durante la vida del ahorro. Estos componentes afectan en mayor o menor grado el monto que se acumule. Pero a la vez, todas son variables que tienen limitaciones en su aplicación y el impacto en los valores finales.  

Refiriéndonos al monto que se cotice, la  llamada cuota, tiene una limitación natural en la competitividad los niveles de sueldos y empleos. Los planes de pensión no pueden recibir  cuotas muy por encima de la factibilidad financiera de los cotizantes. Cuotas elevadas reducen el ingreso disponible al cotizante y mucho mas allá, la capacidad de las fuentes de empleo. Es importante entender que la cuota obrero patronal, si bien se le deduce al empleado, es un costo del empleador. Una cuota muy alta, que puede verse bien en papel, puede desatar una regresión en las tasas de empleo y por otro lado, en la habilidad de esas empresas o sector de crecer o consolidarse. Entonces, la oportunidad de lograr una buena pensión solo con la cuota que se paga es relativa al bienestar general. 

Un elemento muy poderoso en el crecimiento de las pensiones es la cantidad de cuotas (o años) que un trabajador contribuye en relación a su edad de retiro. Este elemento se conoce como la Densidad. Entre más cuotas tiene un trabajador mayor serán sus aportes y por más tiempo estará su dinero invertido, acumulando valor. Altas densidades usualmente se vinculan a jubilaciones más tardías ya que hay que permanecer más tiempo en el sistema. 

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