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Tasas de interés USA
Turbulencia y Aterrizajes: el futuro económico de EE.UU

Despegue, turbulencia y aterrizaje: El futuro económico de EE.UU. en perspectiva

¿Porque algunos expertos asocian la caída de la economía con la aviación?

En la economía, al igual que en la aviación, se emplean términos como “Aterrizaje Suave”, “Aterrizaje Forzoso” y “No Aterrizaje” para describir los posibles escenarios que pueden enfrentar, basándose en cómo se manejan las tasas de interés y la política monetaria.

Un “Aterrizaje Suave” en economía, similar a un descenso controlado en aviación, sugiere una transición económica suave hacia una desaceleración sin entrar en recesión. Por otro lado, un “Aterrizaje Forzoso” en economía indica una parada brusca o una recesión, similar a un aterrizaje abrupto en aviación que puede resultar en daños o consecuencias negativas.

“No Aterrizaje” describe una situación donde la economía sigue en vuelo, manteniendo las tasas de interés sin cambios, lo que genera incertidumbre al no definir una dirección clara. Este escenario captura la idea de una economía que no se ajusta hacia un crecimiento sostenible ni entra en recesión, sino en un punto medio.

La Reserva Federal, al igual que un piloto, debe tomar decisiones críticas que afectan el resultado del ‘vuelo’ económico, especialmente en relación con la inflación y el crecimiento económico.

¿Por qué la economía estadounidense se encuentra en “un vuelo”?

Su trayectoria y punto de aterrizaje aún son inciertos. Esto se debe a que, desde 2022, Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, ha tomado los controles, para guiar la economía en su lucha contra la inflación. 

Al igual que los vuelos son monitoreados por radares, la economía también está bajo constante observación. Disponemos de herramientas y datos, similares a un ‘cronograma de vuelo’, que nos permiten seguir su progreso y anticipar posibles turbulencias o cambios en la ruta. Aunque no podemos predecir con exactitud cada movimiento, estas herramientas nos brindan información crucial para entender y reaccionar ante la evolución de la economía.” 

Expectativas de las tasas y la economía

La meta de inflación del 2% de la Reserva Federal (FED) no se alcanzó en diciembre de 2023, cuando la inflación llegó al 3.4%, superando las expectativas. Este resultado influyó en las previsiones económicas, moderando las expectativas de una reducción de las tasas de interés en marzo de 2024. Anteriormente, la anticipación de estos recortes había impulsado un aumento significativo en el S&P 500 en noviembre, evidenciando el impacto de las expectativas del mercado. 

Por otro lado, la economía de EE. UU. sigue mostrando resiliencia. El PIB del cuarto trimestre de 2023 creció un 3.2%, apoyado por un aumento en el gasto gubernamental del 4.2% y un consumo del 3%. Esto último es importante, ya que refleja la fortaleza del mercado laboral, con una tasa de desempleo del 3,7%. Las altas tasas de interés no han afectado significativamente el empleo, lo que permite mantener el consumo y, por ende, la inflación.

En este contexto, se ha ajustado la expectativa de reducción de tasas hacia junio de 2024, con una probabilidad del 57.3%. Sin embargo, septiembre de este año parece ser el mes con más probabilidades de un recorte, con un 69% según datos de Bloomberg.

Recesión: “Aterrizaje Forzoso o No Aterrizar”

El fuerte mercado laboral y el consumo robusto están impulsando el crecimiento del PIB en Estados Unidos, llevando a los economistas a proyectar un aumento del 2.1% para 2024. Esta perspectiva ha cambiado significativamente desde principios de 2023, cuando muchos anticipaban una recesión. Ahora, la probabilidad de una recesión en 2025 se ha reducido a un 40%, la más baja desde 2022, haciendo que la posibilidad de un “Aterrizaje Forzoso” y la recesión parezcan menos probables.

En cuanto a la posibilidad de “No Aterrizar”, donde la FED mantendría las tasas estables esperando más evidencia de una desaceleración de la inflación, los mercados ahora ven esto como más factible debido a la solidez económica de Estados Unidos. No obstante, según Deutsche Bank, esta posibilidad, aunque ha aumentado, sigue siendo baja, estimada entre un 10% y 25%.

El escenario de un “Aterrizaje Suave” se considera el más probable. Morgan Stanley señala que, basándose en los datos económicos actuales, la economía estadounidense podría estar experimentando este aterrizaje suave, reflejando una transición económica estable sin entrar en recesión ni experimentar turbulencias severas.

Elecciones 2024: Biden, Trump y el déficit fiscal

En 2024, un año electoral significativo, más de la mitad de la población mundial, incluyendo a los estadounidenses, participará en elecciones. Joe Biden, el actual presidente, y Donald Trump, quien lidera las encuestas sin ser aún el candidato oficial en las primarias, son figuras centrales en la carrera presidencial de Estados Unidos. El rendimiento de la economía jugará un papel crucial en influir en la preferencia de los votantes y, por ende, en determinar el resultado de las elecciones. 

Estados Unidos enfrenta el desafío del desbalance fiscal, con déficits que se proyectan en un 8% para 2024, uno de los niveles más altos comparado con otros países desarrollados. Este desbalance, junto con los desacuerdos en el Congreso y la reciente rebaja de la calificación crediticia de la deuda estadounidense a AA+ con una perspectiva estable por parte de Fitch Ratings, podría influir negativamente en la percepción pública de la gestión económica de Biden en un año electoral clave. 

Estos factores económicos, junto con la dinámica política, serán determinantes en el clima electoral de 2024, afectando potencialmente las estrategias de campaña y las prioridades de los candidatos mientras se esfuerzan por ganar el favor del electorado en un contexto de crecientes retos económicos.

S&P 500 en años electorales

El análisis de Goldman Sachs sobre más de mil procesos electorales a nivel global sugiere que las elecciones suelen influir en las políticas monetarias y añadir incertidumbre al ambiente económico, y Estados Unidos sigue esta tendencia. Durante los periodos electorales, es común que el Gobierno Federal aumente su gasto por encima de sus ingresos y que haya una tendencia hacia la flexibilización de la política monetaria, incluyendo las tasas de interés. Estas acciones suelen tener un impacto directo en los mercados financieros. 

Específicamente, al observar los retornos anualizados totales del S&P 500 durante los años electorales desde 1928, se nota un retorno promedio del 11.6%. Esto indica que, históricamente, los años electorales tienden a ser positivos para los mercados financieros. Este patrón refleja cómo la anticipación de políticas gubernamentales y la especulación en torno a los resultados electorales pueden influir en la confianza de los inversores y en la dinámica del mercado.

¿Efecto Trump?

En 2016, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos tomó por sorpresa a los mercados, dada la ventaja de Hillary Clinton en las encuestas. Esta sorpresa inicial causó volatilidad, pero los mercados se estabilizaron rápidamente, con el S&P 500 cerrando noviembre con un incremento del 6.7% y un rendimiento anual del 9.5%, manteniendo un rally hasta principios de 2017.

En el contexto actual, la dinámica es diferente. Trump lidera las encuestas, lo que reduce el factor sorpresa en comparación con 2016. Además, el escenario económico global ha cambiado significativamente, enfrentándose a desafíos como la situación en Ucrania, la inestabilidad en el Medio Oriente y los desarrollos en inteligencia artificial, lo que podría influir en la reacción de los mercados de manera distinta a como lo hizo en 2016.

En términos de política económica, una de las propuestas clave de Trump es el aumento de aranceles a las importaciones, lo que podría fortalecer al dólar. Este enfoque en el comercio busca reducir el déficit comercial y mejorar la balanza comercial de Estados Unidos, lo que también podría tener un impacto significativo en los mercados financieros y la economía global.

Conclusión

La economía estadounidense está navegando por un espacio aéreo lleno de variables, con la tripulación y los pasajeros atentos a la dirección que tomará este crucial vuelo. Aunque el “Aterrizaje Suave” parece ser el destino más probable, la posibilidad de “No Aterrizar” no puede ser descartada.

Además, la potencial llegada de un nuevo piloto hacia finales de año podría significar un cambio en el plan de vuelo. Así, este viaje económico se encuentra en un punto de inflexión, donde cada decisión en la cabina de mando tendrá un impacto significativo en el destino final del vuelo.

Este artículo fue escrito por Daniel ZallesMaycol Nuñez y Rafael Zárate, todos miembros del equipo de Singular.

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